Las distintas potencias de las calderas de condensación
La velocidad de flujo expresa los litros por hora de agua que el circulador pone en movimiento, mientras que la prevalencia que disminuye con el aumento de la velocidad de flujo se expresa en mca (metros de columna de agua). Un metro de columna de agua es la presión ejercida por una columna de agua de 10 metros de altura sobre una superficie de un metro cuadrado, que corresponde también a 1 bar o 100 kPascal.
En promedio, los circuladores para las calderas descritas tienen una curva con caudales y encabezados que varían respectivamente de 0 a 1500 litros por hora y de 0 a 5 mca. Además, el interruptor de flujo en el circuito sanitario se caracteriza por un caudal y una prevalencia que son generalmente unos 2 litros por minuto y media bar.
La activación del modo de calefacción para una caldera se produce después de una señal que llega al tablero de control y que puede ser generada por un termostato ambiental, un sensor o un dispositivo de control y regulación que también puede actuar de forma remota, el La temperatura del agua para calentar generalmente puede variar entre 30 ° C y 85 ° C.
Después de la solicitud de calentamiento, la unidad de circulación se activa y se activa después de que la placa ha recibido las señales de su funcionamiento correcto, después de unos segundos se activa la ventilación y se produce la combustión. Antes de describir el funcionamiento de las calderas de condensación, es necesario comprender los conceptos de condensación y de calor latente. Se denomina condensación al proceso físico que implica un cambio de fase de la materia que se encuentra en forma gaseosa (generalmente vapores) y pasa a forma líquida. En este cambio de estado, se libera una cierta cantidad de energía denominada. Así, el estado líquido es más favorable desde el punto de vista energético. Las calderas de condensación se basan en estos principios físicos.
Finalmente, observamos que estas dos últimas operaciones, en caso de solicitud de agua caliente doméstica, se llevan a cabo solo después de que la placa haya detectado la circulación de agua desde el estado de flujo, la válvula de tres vías ha inhabilitado el circuito de calefacción y ha sido fuera del circulador.
Calderas de baja temperatura. Calderas de condensación. Son, hoy por hoy, una de las mejores alternativas para obtener calefacción y/o agua caliente sanitaria con la máxima eficiencia. Con ellas se obteniene un gran ahorro energético con respecto a las calderas convencionales. En este artículo, os explico cómo funcionan las calderas de baja temperatura y las calderas de condensación. Veremos, cómo se obtienen los rendimientos más elevados, y qué sistema de calefacción es el más adecuada.
La principal ventaja de las calderas de baja temperatura, es que pueden trabajar con temperaturas de retorno de agua muy bajas (40ºC), sin que la condensación que se produce en el cuerpo de la caldera las dañe. Por lo tanto, se pueden adaptar a las necesidades térmicas del edificio, impulsando agua a diferentes temperaturas en función de la temperatura exterior, orientación del edificio, ubicación, etc. Cada edificio posee una curva característica en función de su orientación, pérdidas, situación etc pudiéndose “construir” una específica a la medida de cada necesidad.
Para que entendamos bien este concepto, ya que es la clave en el ahorro energético de estas calderas, pongámos unos ejemplos: Imaginemos una temperatura exterior de 4ºC a la que le correspondería una temperatura de impulsión de agua de 60ºC, para mantener las condiciones de confort interiores según su curva característica.